Lengua

La clase de 3ºA esta compuesta por 19 alumnos nuestra profesora de lengua, que tambien es nuestra tutora se llama Isabel Maria Cebrian Sevilla.

Actividades

Actividades:

1ª.- Escribe en el recuadro blanco la palabra a la que se refiere la oración.

a) Reflejar cómo son las personas, objetos...

b) Antes de describir hay que hacer algo.

c) Refleja las cosas como son en realidad, sin sentimientos.

d) Se utiliza en descripciones literarias.

e) Dice los rasgos psicológicos o morales de la persona.

f) Describe paisajes.

g) Se fija en los rasgos físicos de la persona.


2ª.- Escribe si los siguientes textos son descripciones o narraciones.

a) Empecé a sentir curiosidad por aquel chico. Me encaramé a la tapia para espiarlo.

b) El enebro es un arbusto siempre verde. Su tronco es derecho, potente y ramoso, de corteza delgada. Sus hojas son acanaladas, con líneas blancas en el haz.

c) En el tenebroso recinto apenas entraba un rayo de luz. Se oían en su interior voces lastimeras que movían a compasión. Una repentina ráfaga de viento trajo un desagradable olor a ungüentos y medicinas.

a

b

c


3ª.- Elige una de las fotos siguientes y realiza una descripción que deberás enviarme cuando creas que está perfecta. Puedes utilizar el tipo de descripción que desees.

PersonajeNaturaleza muerta

La Descripción



Teoría:

La descripción.

  • Describir.

Es reflejar cómo son las personas, los paisajes o las cosas, explicando sus cualidades.

  • Observar.

Para describir algo, primero hay que observarlo.


Descripción objetiva y subjetiva.

  • Objetiva.

· Refleja las cosas como son en realidad.

· El autor no manifiesta sus sentimientos o emociones sobre lo que describe.

· Se usan muchos adjetivos.

· Se utiliza, por ejemplo, en los documentales científicos.

En la Mancha abundan las lagunas pequeñas. Algunas son de agua muy salada, rodeadas de escasa vegetación. En otras zonas el paisaje es muy árido.
  • Subjetiva.

· El autor refleja sus sentimientos y emociones a la vez que describe.

· Abundan los epítetos y otros recursos del lenguaje (comparaciones, metáforas...).

· Se utiliza en descripciones literarias.

Ocentejo: Lindo y escondido lugar en medio de hermoso paisaje, entre huertas, arboledas y frondosos nogales centenarios, con restos de viejo castillo - del que fuera señora doña María de Albornoz - en lo alto del pequeño cerro que lo respalda; minúscula fortaleza calificada de "liliputiense" por Layna Serrano.

Roberto Fernández Peña


Tipos de descripción.

  • Prosopografía.

Se fija en los rasgos físicos de una persona.

  • Etopeya.

Dice los rasgos morales o psicológicos de la persona.

  • Retrato.

Incluye cualidades físicas y morales.

  • Autorretrato.

El autor se describe a sí mismo.

  • Caricatura.

Es un retrato deformado en el que se exageran los rasgos más llamativos.

  • Topografía.

Descripción de paisajes.

  • Cronografía.

Se retrata una época histórica.


Esquema:

La descripción.

Describir.

Observar.

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-

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Descripción objetiva y subjetiva.

Objetiva.

Subjetiva.

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Tipos de descripción.

Prosopografía.

Etopeya.

Retrato.

Autorretrato.-

Caricatura.

Topografía.

Cronografía.

!Nos vamos de viaje al teatro de Almagro!


En La discreta enamorada (1604-1608?), Lope vuelve a impartir cátedra. Otra vez el juego, la acción pródiga en enredos y sutiles y lúdicas complicaciones, la aparición de personajes humanamente entrañables, el mundo de las apariencias equívocas, el amor confesado desde el primer momento, y... la dama enamorada que defiende con sutilezas y argucias el derecho a las relaciones afectivas que las presiones del entorno pretenden negarle.Nadie ha descrito con más verdad e ingenio la ternura y constancia del corazón de una mujer en las situaciones más difíciles de la vida y la disposición de hacer los mayores sacrificios por el objeto que aman: la mujer que se resiste a ir cabizbaja por la calle sin mirar y ser mirada, la que se enfrenta a la rígida pirámide social, la dama despierta y avispada dentro de su inocencia y sencillez, que maneja el enredo y pone todo su ingenio y artimañas para atraer a su amado y burlar los controles sociales.Francisco Romero (miembro de la compañía) retoma la estructura y la acción de la obra de Lope para presentarnos una acción muy ágil, dentro del particular estilo de la compañía.
Belisa -- Almudena S. PascualFenisa -- Pilar PriegoGerarda -- Nieves CarriónDoristeo -- Norton P.Capitán Bernardo -- Fernando UstárrozLucindo -- Nacho SánchezHernando -- Vicente Nové
Diseño de Iluminación -- Jacinto DíazDiseño de Vestuario -- Ana SerranoDiseño de Escenografía -- Javier Ruiz de AlegríaTécnico de Montaje -- Humberto MoralesDocumentación -- J. Enrique PelegrínGestoría -- PiñeroAdministración -- Carmen Pertusa
Producción -- Corrales de Comedias Teatro, S.L.Versión y Dirección -- Ernesto de Diego

A mi hermano Miguel














In memoriam
Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa,
¡donde nos haces una falta sin fondo.
Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá
nos acariciaba: "Pero, hijos ...".

Ahora yo me escondo,
como antes, todas estas oraciones
vespertinas, y espero que tú no des conmigo.
Por la sala, el zaguán, los corredores.
Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.
Me acuerdo que nos hacíamos llorar,
hermano, en aquel juego.
Miguel, tú te escondiste
una noche de agosto, al alborear;
pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste...
Y tu gemelo corazón de esas tardes
extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya
cae sombra en el alma.

Oye, hermano, no tardes
en salir. Bueno... Puede inquietarse mamá.

JORGE MANRIQUE


Jorge Manrique (Paredes de Nava, Palencia o Segura de la Sierra, Jaén, 1440? – Santa María del Campo Rus, Cuenca, 24 de abril de 1479),[1] poeta español del Prerrenacimiento, sobrino del también poeta Diego Gómez Manrique. Es autor de las Coplas a la muerte de su padre, uno de los clásicos de la literatura española de todos los tiempos.

poemas


Poema La Sangre Derramada de Federico García Lorca


¡Que no quiero verla!
Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.
¡Que no quiero verla!
La luna de par en par.
Caballo de nubes quietas,
y la plaza gris del sueño
con sauces en las barreras.
¡Que no quiero verla!
Que mi recuerdo se quema.
¡Avisad a los jazmines
con su blancura pequeña!
¡Que no quiero verla!
La vaca del viejo mundo
pasaba su triste lengua
sobre un hocico de sangres
derramadas en la arena,
y los toros de Guisando,
casi muerte y casi piedra,
mugieron como dos siglos
hartos de pisar la tierra.
No.
¡Que no quiero verla!
Por las gradas sube Ignacio
con toda su muerte a cuestas.
Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era.
Busca su perfil seguro,
y el sueño lo desorienta.
Buscaba su hermoso cuerpo
y encontró su sangre abierta.
¡No me digáis que la vea!
No quiero sentir el chorro
cada vez con menos fuerza;
ese chorro que ilumina
los tendidos y se vuelca
sobre la pana y el cuero
de muchedumbre sedienta.
¡Quién me grita que me asome!
¡No me digáis que la vea!
No se cerraron sus ojos
cuando vio los cuernos cerca,
pero las madres terribles
levantaron la cabeza.
Y a través de las ganaderías,
hubo un aire de voces secretas
que gritaban a toros celestes
mayorales de pálida niebla.
No hubo príncipe en Sevilla
que comparársele pueda,
ni espada como su espada
ni corazón tan de veras.
Como un río de leones
su maravillosa fuerza,
y como un torso de mármol
su dibujada prudencia.
Aire de Roma andaluza
le doraba la cabeza
donde su risa era un nardo
de sal y de inteligencia.
¡Qué gran torero en la plaza!
¡Qué buen serrano en la sierra!
¡Qué blando con las espigas!
¡Qué duro con las espuelas!
¡Qué tierno con el rocío!
¡Qué deslumbrante en la feria!
¡Qué tremendo con las últimas
banderillas de tiniebla!
Pero ya duerme sin fin.
Ya los musgos y la hierba
abren con dedos seguros
la flor de su calavera.
Y su sangre ya viene cantando:
cantando por marismas y praderas,
resbalando por cuernos ateridos,
vacilando sin alma por la niebla,
tropezando con miles de pezuñas
como una larga, oscura, triste lengua,
para formar un charco de agonía
junto al Guadalquivir de las estrellas.
¡Oh blanco muro de España!
¡Oh negro toro de pena!
¡Oh sangre dura de Ignacio!
¡Oh ruiseñor de sus venas!
No. º
¡Que no quiero verla!
Que no hay cáliz que la contenga,
que no hay golondrinas que se la beban,
no hay escarcha de luz que la enfríe,
no hay canto ni diluvio de azucenas,
no hay cristal que la cubra de plata.
No.
¡¡Yo no quiero verla!!

poemas

ESTA É DE LOOR DE SANTA MARÍA, COM'É FREMOSA E BÕA E Á GRAN PODER

Rosa das rosas et Fror das frores,
Dona das donas, Sennor das sennores,
Rosa de beldad' e de parecer
e Fror d'alegria e de prazer,
Dona en mui piadosa seer,
Sennor en toller coitas e doores.
Rosa das rosas et Fror das frores...

Atal Sennor dev' ome muit' amar,
que de todo mal o pode guardar;
e pode-ll' os peccados perdõar,
que faz no mundo per maos sabores.
Rosa das rosas et Fror das frores...

Devemo-la muit' amar e servir,
ca punna de nos guardar de falir;
des i dos erros nos faz repentir,
que nos fazemos come pecadores.
Rosa das rosas et Fror das frores...

Esta dona que tenno por Sennor
e de que quero seer trobador,
se eu per ren poss' aver seu amor,
dou ao demo os outros amores.
Rosa das rosas et Fror das frores...